
Ubicado en la sierra de Huaral, perteneciente a la cultura de los Atavillos Bajos.
Para llegar a Rupac es necesario realizar una caminata de aproximadamente dos horas y media, un recorrido que se convierte en parte esencial de la experiencia. El ascenso nos guía entre paisajes impresionantes, donde cada paso revela la majestuosidad de la sierra y la emoción de acercarnos poco a poco a la llamada “Machu Picchu limeña”.
Durante el trayecto disfrutaremos de escenarios naturales únicos: pequeñas cataratas que refrescan el camino, laderas verdes que contrastan con el cielo azul y, con un poco de suerte, el sobrevuelo de cóndores andinos que acompañan nuestro andar. La ruta es un deleite tanto para los amantes de la naturaleza como para quienes buscan aventura.
Al llegar a la cima, la vista panorámica es simplemente inolvidable. Los restos arqueológicos de Rupac, rodeados de nubes y montañas, transmiten una energía especial que invita a detenerse y contemplar. Estar en estas alturas de la provincia de Huaral no solo es un viaje en el espacio, sino también un encuentro con la historia y la magia del Perú.





